Cuando
empiezan una nueva empresa, la última cosa que desean obtener es la quiebra y
experimentar un fracaso difícil. Pero si conocen desde el principio las causas
más comunes, entonces tendrán menos oportunidades de ser víctimas de la quiebra
de empresa.
Las últimas
estadísticas demuestran que un 70 % de las nuevas empresas no sobreviven más de
los dos años y que el 44 % no sobrevivirán más de cuatro años. Esto confirma
mucho la creencia popular de que el 50 % de las empresas fallan en el primer
año y un 95% llegan a la quiebra antes de los 5 años.
Las últimas
estadísticas son una evaluación mucho más precisa de los nuevos tipos de éxito
de las empresas, y generalmente, las nuevas empresas tienen una probabilidad
del 50% de supervivencia después de 5 años.
Desde
que comenzó la crisis, un gran número de negocios ha tenido que echar
el cierre. La mayoría son pequeñas y medianas empresas que no han podido hacer
frente a la situación que se les vino encima casi sin avisar. En muchos
casos, la quiebra se ha debido a que no han sido capaces de hacer
frente a sus deudas y, en ocasiones, a esto se ha unido que el dinero que
les debía la Administración u otros empresarios no ha llegado a tiempo y les ha
obligado a poner fin a un negocio que hasta hace poco tiempo era rentable.
Los
consejos de los expertos abundan sobre qué es lo que un propietario de empresa
debería hacer y lo que no debería hacer para rentabilizar una nueva empresa,
sin embargo, es importante comprender los factores clave relativos a la quiebra
de empresa con el fin de no repetir las mismas decisiones.
Crear
una empresa por las malas razones
Creen que
la única razón para empezar su propia empresa radica en querer hacer mucho
dinero? Piensan que si tienen su propia empresa, entonces tendrán mucho más
tiempo a pasar con su familia? Si responden que si en las dos preguntas,
entonces les recomiendo que reflexionen mejor acerca del motivo para lanzar una
empresa.
Por otra
parte, si quieren empezar su empresa por las siguientes razones, entonces
tendrán mejores oportunidades para alcanzar el éxito:
- Tienen una pasión
en un ámbito que responde a una solicitud de la gente que desea sus productos o
servicios y creen firmemente que pueden mejorar su calidad de vida.
- Están en buena
forma física y poseen la resistencia necesaria para resistir a los retos
potenciales. Muy a menudo, una salud descuidada ha sido la causa de varias
quiebras.
- Tienen la
motivación, la determinación, la paciencia y una actitud positiva. Cuando los
otros se dejan caer, ustedes deben estar más determinados en triunfar.
- Los fracasos
nunca lo han derrotado, aprenden de sus errores y los utilizan para conseguir
el éxito la próxima vez. Los estudios sobre los propietarios de empresas
prósperas demostraron que gran parte de los éxitos fueron construidos sobre los
fracasos previos y sobre la utilización de los fracasos como un proceso de
aprendizaje natural en la vida.
- Están dispuestos
a buscar soluciones creativas cuando son necesarias, cosa que es especialmente
importante cuando posibles dificultades periódicas se presenten.
La
mala gestión de empresa
Millones
de estudios acerca de la quiebra de empresa estipulan
una pobre gestión por parte del propietario o gestor como una de las causas de
fracaso más comunes. Los hechos son a menudo la falta de experiencia en
negocios y gestión en ámbitos como las finanzas, compra, venta, producción y la
contratación y gestión de los empleados.
A menos
que los propietarios de empresa reconozcan lo que no hacen bien y pidan ayuda,
es como podrán hacer frente rápidamente a las catástrofes y la quiebra. Deben
también conocer y comprender el fraude con el fin de establecer rápidamente las
medidas para evitarlo.
El descuido de una
empresa puede también ser su fracaso, por lo que varias precauciones deben
tomarse para estudiar regularmente, organizar, planear y controlar todas las
actividades de las operaciones. Eso incluye la observación continua de los
estudios de mercado y los datos a los clientes, un ámbito que es más propenso a
ser descuidado una vez se ha iniciado la empresa
Un buen gestor es
también un buen líder que crea un ambiente de trabajo que favorezca la
productividad. Tiene habilidades para la contratación de personas competentes y
es capaz de delegar. Un buen líder es muy hábil con la reflexión estratégica,
capaz de hacer una visión de la realidad y capaz de hacer frente al cambio,
transiciones y prever nuevas posibilidades para el futuro.
Detectar las
primeras señales que algo va mal
Es
fundamental atajar el problema cuanto antes. En el momento en que la empresa
comienza a tener pérdidas, falta de liquidez o descenso en el número de
clientes, hay que ponerse manos a la obra para descubrir de dónde
provienen las dificultades e intentar solventarlas.
Dejarlo
para más adelante solo hace que las complicaciones crezcan y cuando el
empresario quiera solucionarlas, quizá sea demasiado tarde.
Aceptar que la sociedad ya no es la misma que hace
unos años
La
sociedad, con sus usos y gustos, ha cambiado y es muy probable que las
estrategias que llevaron a una empresa al éxito no sirvan en la actualidad.
Hay
que abandonar esas pautas y seguir otras diferentes, detectar dónde está
el negocio, partir de lo que hace la empresa y ver en qué puede cambiar su
producto, lo que ofrece, innovar para plegarse a las necesidades actuales del
mercado.
Estudiar cómo es el cliente hoy
Tampoco
las personas son como antes de la crisis. El paro,
la reducción de ingresos y un futuro incierto han hecho que el consumo se
reduzca de manera extraordinaria. Quienes antes compraban sin temor, hoy miran
cada gasto con lupa.
Hay
que detectar qué quieren, cuánto están dispuestos a pagar, de qué
prescindirían... para así replantearse la estrategia de negocio.
Aceptar diversas opiniones
En
un momento en que todo está en continuo cambio, es muy importante dejarse
asesorar. Las organizaciones empresariales, mediante reuniones y cursos, pueden
dar claves muy importantes para sacar adelante un negocio.
También
es relevante ver cómo otras compañías han remontado en una situación precaria.
Los periódicos económicos y los informativos de televisión suelen poner
ejemplos de empresas que, con técnicas muy sencillas, han sabido reorientar su negocio.
En muchos casos, es posible aplicar estas pautas en la propia empresa.
Y
no menos importante es la opinión que puedan aportar los trabajadores. Ellos
están en contacto día a día con los clientes, con el producto y saben bien lo
que quiere el ciudadano y cómo mejorar las ventas.
La
insuficiencia de capital
Un error
fatal común para numerosas empresas en camino a la quiebra es tener un capital
de trabajo insuficiente en los primeros meses de operación. Los propietarios de
empresas subestiman cuánto dinero es necesario y se ven obligados a cerrar
incluso antes de haber tenido alguna oportunidad de tener éxito. Pueden también
tener expectativas irreales de los ingresos procedentes de las ventas y
contratos.
Es
imprescindible comprobar cuánto dinero su empresa necesitará, no solamente para
los gastos de inicio, pero si también para los gastos de continuar en el
mercado. Es importante tener en cuenta el hecho de que numerosas empresas
comenzarán a generar ganancias en un año o dos. Eso significa que necesitarán
el capital suficiente para cubrir todos los gastos hasta que las ventas o los
contratos puedan eventualmente pagar por ellos.
Prescindir de lo superficial
Muchas
veces la empresa tiene infraestructuras que apenas utiliza, locales mal
situados a los que acude muy poca gente, teléfonos de empresa innecesarios para
los empleados, trabajo mal repartido, elevadas dietas por comidas, es cliente
de un banco que le cobra muchas comisiones, etc. Si el empresario logra
deshacerse de lo superfluo, es posible ahorrar un dinero que puede dedicarse a
cosas más importantes.
Ubicación,
ubicación, ubicación
La
ubicación es esencial para el éxito de su empresa, y considerando que un buen
lugar estratégico podrá permitirle a una empresa en dificultades sobrevivir y
prosperar, entonces una mala ubicación podría ser catastrófica para la empresa,
incluso si está bien administrada.
Algunos
factores que deben considerarse :
- Dónde están sus clientes
- La circulación,
la accesibilidad, el estacionamiento y el alumbrado
- La localización
de los competidores
- El estado y la
seguridad del edificio
- Programas de
incentivos locales para la creación de empresas en ámbitos determinados
- La historia, la
situación de la comunidad y la recepción de una nueva empresa en un posible
lugar.
Elaborar una nueva estrategia de negocio
Con
toda esta información (cómo son los clientes en la actualidad, qué piden, qué
necesitan, etc.) el empresario debe elaborar nuevas estrategias, cambiar cuando
sea necesario...
Para
ello también hay que ver el capital con el que cuenta la compañía. Estas
modificaciones no siempre tienen que ser profundas. A veces, bastan cambios
pequeños sirven para dar un nuevo aire al negocio. Dirigirse a otros clientes o
renovar el establecimiento si está de cara al público son transformaciones que
pueden dar un nuevo empuje a la empresa.
La
falta de planificación
Cualquiera
ya fue responsable de un acontecimiento importante que tuvo éxito sabe que sin
una atención cuidadosa, una planificación estratégica y trabajo encarnizado, no
tendrán ningún futuro. La misma cosa es aplicable acerca del éxito para las
empresas.
Es esencial que todas las empresas tengan un plan
estratégico o un plan de negocios, y muchas pequeñas empresas
fallan debido a las carencias fundamentales en la planificación de sus
actividades. Es necesario ser realista y basarse en información precisa con relación
a los hechos actuales y las proyecciones para el futuro.
Los elementos que pueden incluir:
- Descripción de la empresa, visión, misión,
objetivos y plan de acción son las claves del éxito
- Las necesidades y las fortalezas en la mano de obra
- Los problemas potenciales y las soluciones
- Una contabilidad bien realizada
- Estudio de la competencia
- Las actividades de marketing, publicidad y promoción
- Presupuesto y crecimiento de la sociedad de gestión
- Plan de negocios si pretenden obtener capital para su empresa.
Crecimiento
desmesurado
Una de
las principales causas de la quiebra
de empresa radica en un desarrollo o crecimiento excesivo que se
produce a menudo cuando los propietarios de empresas confunden el éxito con la
rapidez y así pueden desarrollar una mala práctica sobre sus actividades. Un
crecimiento lento y regular es óptimo. Numerosos casos de quiebra fueron
causados por el crecimiento acelerado de las empresas.
Al mismo
tiempo, no quieren retrasar el crecimiento una vez que tengan una sólida
clientela establecida y un buen flujo de tesorería, y su éxito les ayudará a
establecer el ritmo adecuado. Algunos pueden decir que el crecimiento podría
justificarse, pero nunca hablan sobre la incapacidad al cubrir las necesidades
de los clientes a tiempo ni las dificultades que pueden tener los empleados
para realizar las exigencias de la producción.
Si el crecimiento
se justifica después de un examen meticuloso, investigación y análisis, debe
luego identificar qué es lo que necesita en su empresa para que pueda
desarrollarse. Luego, con los sistemas y la gente ya preparada, pueden
concentrarse en el crecimiento de su empresa y no sobre la conducta de ésta.
Apostar por el teletrabajo
Cuando
el tipo de negocio lo permita, puede ser una buena idea que los empleados
realicen la mayor parte de su jornada laboral desde casa. Algunas empresas
optan por que los trabajadores solo vayan a la oficina uno o dos días y el
resto del tiempo ejerzan sus funciones a distancia.
Además
de que el teletrabajo suele
ser positivo para los empleados, supone un ahorro para la empresa en
electricidad, calefacción, pluses de transporte e incluso puede trasladarse a
locales más pequeños. Según algunos estudios, aumenta la productividad.
Ofertas impactantes
De
manera temporal, las ofertas pueden servir para reflotar el negocio.
Hay
empresas al borde de la quiebra que han bajado mucho el precio de sus
productos, sin disminuir la calidad, y han logrado no solo capear el temporal,
sino aumentar sus ventas y generar puestos de trabajo.
Darse a conocer tras los cambios realizados
De
nada sirve la nueva estrategia, las ofertas o la renovación del local, si la
gente no sabe que la empresa ha cambiado. Mediante acciones de márketing y
publicidad se puede informar al público sobre las novedades, la bajada de
precios, el nuevo producto que se ofrece...
Estas
promociones no siempre tienen por qué ser demasiado costosas. Cuando el negocio
está a pie de calle, se puede utilizar el propio local para dar esta
información al ciudadano. Las cuñas radiofónicas o el reparto de folletos
también suelen ser eficaces.
Ningún
sitio Web
Por otro
lado, si tienen una empresa hoy en día, deben absolutamente tener un sitio Web para
su credibilidad, su marketing y su manera de comunicarse. Muchas personas se
cansan diciendo que la Internet es la herramienta de información del presente y
del futuro, y que las ventas por Internet están constantemente en aumento.
Al menos,
cada empresa debe tener un elegante, profesional y bien diseñado sitio Web que
permita a los usuarios encontrar fácilmente información sobre su empresa y la
manera de adquirir sus productos y servicios. Otras maneras de generar ingresos
pueden añadirse eventualmente sobre el sitio, como espacios publicitarios,
productos a la venta o recomendación de productos.
Recuerden,
si no tienen un sitio Web, ustedes tendrán más oportunidades de perder negocios
que los que si lo hacen. Asegúrense de que el sitio permita a su empresa verse
bien y entonces aumentarán los ingresos en vez de disminuirlos.
Cuando se trata del
éxito de cualquier nueva empresa, usted, el propietario de la empresa, es en
realidad el secreto de su propio éxito. Para numerosos propietarios de empresas
prósperas, el fracaso nunca es una opción. Armados de iniciativa, determinación
y un espíritu positivo, estas personas van a ver un fracaso como un paso hacia
atrás para hacer luego dos hacia adelante. La mayoría de los millonarios poseen
una educación escolar más baja que la mayoría. Lo que los distingue, es su
espíritu abierto a los nuevos conocimientos, su voluntad de querer conocer todo
lo que es necesario para salir bien y el actuar inmediatamente.